15 de agosto de 2013

El exalcalde de Carboneras se exime del Algarrobico porque no había sentencias firmes


(Comunicado de Ecologistas en Acción -13 de Agosto'13)

Cristóbal Fernández  se escuda en la Junta su decisión de ratificar el suelo
como urbanizable



El exalcalde socialista de Carboneras (Almería) Cristóbal Fernández ha sido el primer cargo público en pisar un juzgado por El Algarrobico. El exregidor ha acudido a los juzgados de Vera a prestar declaración como imputado por un presunto delito de prevaricación tras una denuncia de Ecologistas en Acción por una acción administrativa de 2009.

En agosto de ese año el pleno municipal volvía a clasificar como urbanizable el suelo de la playa de El Algarrobico —en pleno Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y sobre el que ya se levantaba un hotel de 21 alturas y 411 habitaciones— en un acuerdo por el que modificaban sus Normas Subsidiarias y las adaptaban a la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía (LOUA).

Una década de conflictos

El Ayuntamiento de Carboneras (PSOE) concede en enero de 2003 licencia municipal para la construcción de un hotel de cuatro estrellas, con 21 niveles y 411 habitaciones a menos de 100 metros del mar.

En febrero de 2006 el juez Jesús Rivera, del Juzgado de lo Contencioso Administrativo 2 de Almería, ordena la paralización cautelar de las obras en base a una demanda de los ecologistas.

Ese mismo juzgado, en septiembre de 2008, declara nula la licencia de obras, decisión recurrida por el Ayuntamiento de Carboneras y la promotora Azata del Sol.

El Ayuntamiento de Carboneras, en agosto de 2009, al adaptar su planeamiento urbanístico a la LOUA, ratifica como urbanizable el terreno de El Algarrobico.

El Tribunal Supremo, en sentencia firme de septiembre de 2011, confirmó las medidas cautelares adoptadas meses antes por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía restableciendo en El Algarrobico el nivel de protección que tenía en el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de 1994: espacio protegido no urbanizable.

En marzo de 2012, el Tribunal Supremo establece una servidumbre de protección de 100 metros en El Algarrobico y recrimina al Ayuntamiento de Carboneras el no haber adaptado en su día, 1988, el proyecto a esos 100 metros, donde no está permitido construir.

Varias sentencias anteriores a esta decisión y posteriores a la paralización de las obras del polémico hotel ya consideraban que el espacio era protegido e instaban a las Administraciones —Ayuntamiento y Junta— a plasmarlo en sus correspondientes normas urbanísticas para evitar que, en lo sucesivo, se permitieran más edificaciones en ese enclave. Carboneras debía modificar la calificación de suelo, pero aún hoy sigue siendo “suelo urbano consolidado”, según su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

El exalcalde de Carboneras, que ha comparecido durante algo más de media hora ante la juez instructora del caso, María del Mar Alejo, ha argumentado que la decisión de su equipo de gobierno contaba con “todos los informes sectoriales en sentido favorable” y con la aprobación definitiva por parte de la Junta. En la misma línea se han pronunciado los otros seis imputados. Juan Manuel Llerena, abogado del exconcejal de Urbanismo Miguel París y otros tres imputados, ha asegurado que la juez ha sido bastante exhaustiva en su interrogatorio y ha solicitado el archivo de las actuaciones sobre tres de sus defendidos.

El exregidor de Carboneras ha sostenido ante la magistrada que en agosto de 2009 no había ningún pronunciamiento judicial “en firme” que obligase a cambiar la categoría del suelo del hotel de la promotora Azata del Sol. Las sentencias firmes se produjeron a posteriori, a partir de 2011. “Si hubiera sido alcalde en 2011, habría asumido todas las resoluciones de los tribunales con respecto al Algarrobico pero eso corresponde ahora al actual equipo de gobierno”, ha ahondado Fernández, cuyo partido perdió la alcaldía en las pasadas elecciones. Actualmente gobiernan el PP y el grupo independiente Gicar en coalición.

El actual alcalde, Salvador Hernández, también denunciado por Ecologistas en Acción, no solo es partidiario de la apertura del hotel, sino que hace un año llevó ante la Mancomunidad de Municipios del Almanzora un manifiesto en defensa del establecimiento. Por sus acciones, que sí se han producido tras las sentencias del TSJA y del Supremo, se le imputa un presunto delito de desobediencia al no respetar la servidumbre de protección de 100 metros que establece el Alto Tribunal según una sentencia de marzo de 2012.

La licencia de obras, la clave

La maraña legal en torno a la construcción de un hotel en el paraje de El Algarrobico, en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y en suelo de Carboneras, es compleja. Desde 2005, año en el que un juez de Almería mandó paralizar las obras, iniciadas en 2003 y que se encontraban al 90%, se han producido decenas de sentencias encaminadas a la ilegalización del proyecto y a la restitución de la protección original que se exigía en la zona según la normativa del Parque de 1994, modificada en 1998 por la Consejería de Medio Ambiente. Ese cambio —de cuya voluntariedad sospechó el magistrado que paralizó las obras— dio paso a la licencia municipal de obras y a que se levantara el hotel. Sobre este último trámite administrativo trata la sentencia más importante que podría conocerse este otoño.

De momento, sí se sabe con certeza que buena parte del hotel sería ilegal, en virtud de la sentencia en 2011 del Tribunal Supremo en la que dictó que se ha invadido parcialmente la zona de protección del dominio público marítimo-terrestre fijada en 100 metros desde la orilla del mar, según la Ley de Costas.

Como todo indica que el hotel acabará demolido, las Administraciones autonómica y central ya acordaron un protocolo de actuación para derribar el edificio cuando se dispusiera del beneplácito judicial. Dicho protocolo fue cuestionado por el nuevo Gobierno del PP, aunque desde el Ministerio de Medio Ambiente se abraza cada vez más la idea de que el hotel debe desaparecer.

Marta Soler (Almería)

9 de agosto de 2013

13 Agosto: Homenaje a Javier Verdejo



ALMERIA- El próximo martes 13 de agosto en la Plaza José Miguel Naveros/
Calle San Miguel (al inicio del Paseo Marítimo) de Almería, 
tendrá lugar  a partir de las 20 horas, el homenaje a Javier Verdejo, 
fecha en que se recuerda la noche del 13 de agosto de 1976, 
cuando cayó asesinado el joven activista almeriense. 
Este año además del acto político se contará con la actuación 
de Gente del Pueblo y Juanjo Anaya.






( Comunicado recibido del SAT ) - En la noche del 13 de Agosto de 1976, caía asesinado en la playa de San Miguel de Almería ciudad, Javier Verdejo Lucas, estudiante de 19 años y militante de la organización juvenil “Joven Guardia Roja”.

Su “delito” fue intentar escribir en una pared las palabras: “Pan, trabajo y Libertad”. Sólo pudo poner “pan” y una “t” antes de ser descubierto, perseguido y abatido por la guardia civil.

No hubo investigación, ni juicio, únicamente un vergonzoso informe oficial, según el cual, se había tratado de un accidente. Del guardia civil que disparó, poco más se supo, nadie fue juzgado ni condenado por lo ocurrido. Su entierro fue una muestra de dolor y rabia contenida. Miles de almerienses le acompañaron exigiendo castigo a los culpables. Pero ahí quedó todo. Desde entonces un bochornoso muro de silencio cómplice se levantó en torno al suceso.

Desde hace unos años, la izquierda soberanista andaluza y personas almerienses comprometidas con nuestro reciente pasado histórico, así como a nivel estatal la asociación por la memoria histórica del PT-JGR, nos hemos propuesto acabar con este pacto de silencio.

Funeral de Javier Verdejo
Entendemos que la memoria de las personas luchadoras asesinadas no puede caer en el olvido, ya que murieron defendiendo la verdadera libertad de nuestro pueblo y por luchar por una sociedad sin opresores ni oprimidos/as.

El mejor homenaje que le podemos hacer a Javier en su 37 aniversario es el de rescatar su memoria y hacer que las mismas banderas de lucha que levantó, vuelvan a ondear en nuestras manos.

Manifestación por la muerte de Javier Verdejo
durante el funeral